Tengo tanto viento

tanto fuego

y tanto río

que todo se me vuelve silencio.

LIBERARÁS MI ALMA

Pendía el silencio de sus ramas,
y las pupilas fusionadas en un suspiro,
nadaron mar adentro,
sumergiéndose en aguas profundas
de lágrimas de hielo fundidas en la mirada.


Se abandonó al vaivén de los pensamientos,
se deshizo para poder ver el horizonte,
y sus pupilas le indicaron el cielo,
donde habita el sol como globo de fuego,
donde las distancias no han escuchado aún
el susurro del viento en la bóveda celeste.


Y corrió sin pasos,
como si las fronteras nunca hubiesen existido,
y el aire respiró sus palabras,
convirtiendo el cosmos
en un manantial inagotable
de amor que manaba sin medidas,
sin remos, sin barca, sin agua.


Entonces comprendí,
Y me comprendí,
que no debo vivir a lo poeta
que tu y yo somos la fuente de cada verso
siento que la dicha aun me espera ... me toca
extirpare los grilletes que aprisionan mis ideas
y solo tú liberaras mi alma...

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Leonardo Albano Rodriguez - ®

Déjame llegar, como hábil disparo,
a tu Ser; ese yo insondable
que deslumbra, joya refulgente.
Atravesaré las envolturas de tu falso yo
de las que como capas de esmalte,
de una a una, irás prescindiendo,
mientras tu conciencia se extiende,
luminosa. ¡Cuánto dolor,
cual pesada carga, dejarás
en el camino! ¡Cuántos fantasmas
huirán de tu pasado,
inmensa guarida que les dio cobijo!
Son esos que tú alimentabas
con tu padecer...¡Cuántas sombras
se escondían con temor
a ser disueltas por la luz radiante
de tu conciencia! Albergarás tu muerte
desnudándote de todo lo que no eres Tú,
quitándote las ropas que ocultaban tu Ser,
máscara con la que transitaste
la vida, tan llena de milagros.
Morirás antes de morir
y, libre ya del presidio del tiempo,
relucirá, entonces, prístino, tu Ser,
para la eternidad...

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Leonardo Albano Rodriguez - ®

Cada vez en tedio busco renovarme
siendo de todos el más viejo,
me alimento de vida segundo a segundo
y es vicioso espiral mi estandarte.

Anque soy todo en tí, en mi nada soy,
me uno al pelotón de los amantes,
que de secretas fuentes siempre quieren robarse,
el elixir de las hadas, hecho un exquisito brebaje.