Déjame llegar, como hábil disparo,
a tu Ser; ese yo insondable
que deslumbra, joya refulgente.
Atravesaré las envolturas de tu falso yo
de las que como capas de esmalte,
de una a una, irás prescindiendo,
mientras tu conciencia se extiende,
luminosa. ¡Cuánto dolor,
cual pesada carga, dejarás
en el camino! ¡Cuántos fantasmas
huirán de tu pasado,
inmensa guarida que les dio cobijo!
Son esos que tú alimentabas
con tu padecer...¡Cuántas sombras
se escondían con temor
a ser disueltas por la luz radiante
de tu conciencia! Albergarás tu muerte
desnudándote de todo lo que no eres Tú,
quitándote las ropas que ocultaban tu Ser,
máscara con la que transitaste
la vida, tan llena de milagros.
Morirás antes de morir
y, libre ya del presidio del tiempo,
relucirá, entonces, prístino, tu Ser,
para la eternidad...

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Leonardo Albano Rodriguez - ®