martes, 19 de julio de 2011

Al "NEGRO" Roberto Fontanarrosa

"De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro."







El escritor y humorista Roberto Fontanarrosa murió a los 62 años, en Rosario, su ciudad natal, rodeado del afecto de sus seres queridos y del que le prodigaron en los últimos años sus agradecidos lectores. El "padre" de Inodoro Pereyra y "Boogie, el aceitoso" falleció como consecuencia de un paro cardíaco que marcó el desenlace del padecimiento que, siempre con buen ánimo, sobrellevó el escritor en los últimos años, a raíz de una extraña enfermedad neurológica y degenerativa.
Entre sus obras se destacan: "Best Seller", "El área 18", "La Gansada" (novelas cortas), "Los trenes matan a los autos", "No sé si he sido claro", "Nada del otro mundo", "El mayor de mis defectos", "El mundo ha vivido equivocado", "Uno nunca sabe", "La Mesa de los Galanes”, “Te digo más…”, “Una lección de vida”, “Uno nunca sabe” y “Usted no me lo va a creer” (cuentos cortos).


En materia de humor gráfico, a las series de los personajes Inodoro Pereyra y Boogi el Aceitoso se suman, entre otros, “El fútbol es sagrado”, “Fontanarrosa de penal”, “Los clásicos según Fontanarrosa”, “Fontanarrosa y los médicos”, “Fontanarrosa y la pareja”, “Fontanarrosa contra la cultura”, “Fontanarrosa y el fútbol”, “Fontanarrosa y la inseguridad” “20 años con Inodoro Pereyra” y “Todo Boogie”.


Este destacado rosarino reunía entre sus cualidades una buena redacción, un dibujo vanguardista pero coherente con las situaciones representadas y un sentido del humor poderosísimo. Poseía un carisma que era la envidia de cualquier político y una mirada minuciosa de la realidad cotidiana de los seres humanos, gracias a su capacidad de análisis de características sociológicas.


Por nuestra Córdoba dejó su huella hace tiempo, cuando transitó por las páginas de la revista “Hortensia”. La última vez que estuvo en nuestra ciudad fue durante la Feria del Libro en Septiembre de 2005. Los afortunados que presenciamos aquella charla que brindó el “negro”, guardamos -como un tesoro- su alegría en nuestros corazones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario